domingo, 23 de agosto de 2009

Quiero que me dejes de doler...




...Me desperté esta mañana y aún te veía en el reflejo de mis lágrimas, aún no me has dejado de doler, eres, fuiste y serás importante en mi vida, por eso nunca podré de dejar de pensar en ti, pero odio el dolor de que ya no estés aquí; me gustaría recordarte sin sufrir, pero es imposible el no sentir, adoro el preludio de mis lágrimas, porque es allí cuando pienso en ti y una sonrisa invade mi rostro, pero el pensar que todo ha cambiado y lo que se perdió me lleva al llanto sin poder alejarlo.

Sé que mi voz es trágica mientras se lo cuento a tu imagen, sé que al parecer lo he tomado de la peor forma, pero no soy solo yo, no es solo un capricho, si no hubieras significado tanto, si no hubieras representado tú, toda mi vida, no sentiría esto, como solo mi propio dolor, ya no estás para levantarme el ánimo, para atrapar mis lágrimas y no dejarlas caer en mi pecho, mis manos solas no alcanzan y ellas no paran de caer, sin ti para acompañarme…

Soy yo quien siente y sufre por las dos y de verdad estoy sola y es la peor de las soledades, porque todos aquellos que están a mi alrededor no tienen valor para mí, y son solo capaces de decir que el tiempo lo sanará como si fuese un consuelo real, cuantas lágrimas más, cuantos días sin luz, cuanto más tendrá que pasar para que esta lluvia se detenga, “quiero que deje de llover en mi ventana”, “quiero que me dejes de doler”...
Solo quiero escucharte de nuevo, que me digas que todo estará bien, quiero que deje de ser un sueño el que estés aquí…

Quiero gritar, sacar el dolor que tengo dentro, que oprime mi pecho, que me enmudece y me deja atrapada en el silencio. No puedo, lo intento pero de verdad no puedo, cuando partiste, también te llevaste mis fuerzas y ya no puedo pelear, no más...

Todos creen y dicen con caras de resignación y a veces a mis espaldas, que lo mejor es olvidar, que es mi única solución, y solo quiero que se callen que dejen de decirlo, nunca te olvidaré, ¡no!, ¡no!, ¡no quiero olvidarte!, solo tu recuerdo es lo que guardo de ti… Sin eso, ¡te perderé del todo!, ¡no te olvidaré!...

No importa lo que duela, no importa si mi vida se fuera por este dolor, ya he perdido lo que me mantenía viva, no queda más. Me recuesto con la esperanza que mañana salga el sol y si es así, que no sea porque te he olvidado, y si fuese a ser de ese modo pido a Dios que antes me lleve a tu lado...

¡Ah!... Esta noche es algo distinta; a unos pocos momentos de dormir sostengo tu foto con ambas manos, no las he movido para secar mis lágrimas aún, y creo que no lo necesitaré, quizás por la mañana vea el sol, quizás pueda mantener mi sonrisa si pienso en la tuya... Quizás mañana me dejes de doler...

Hoy no somos nada...


Navegando en un mundo vacío, anhelando el olvido, el perdón... El amor, buscando una respuesta a interrogantes insustanciales, mirando sin mirar... Caminar sin sentido esperando una palabra capaz de llenar este vacío...

Una vez más con las alas rotas, un sueño sin cumplir divagando en un oscuro rincón haciéndole compañía a mi soledad, intentando recordar para olvidar, amar sin adentrarse, sin herir, sin terminar...

Viendo a mi tabaco consumirse entiendo la vida, es el humo que emite... Desvaneciéndonos como las estrellas que queremos ser pasamos, de largo sin ver que nos llevamos, no entendemos... Sólo vemos

Sin dar importancia a esas cosas tan excitantes de la vida, morimos sin saber como fue que estuvimos aquí... realmente vivimos, o ¿sólo soñamos? Sonriendo cuando hay que llorar, callando cuando hay que gritar, no somos realmente lo que deberíamos ser, no actuamos como deberíamos actuar...

¿Cómo saber cual es la verdadera faceta? Esta cara que me he visto obligada a mostrar sólo es pintura, una mascara que la sociedad me ha brindado para enriquecernos más y más... Aún sueño con soñar, aún pienso que sé puede creer más de lo que creemos…

Si sólo una chica idealista con Pensamientos estúpidos, pero es reconfortante saber que amé, y sólo tú me conoces... Ahora sí, ¡mañana puedo morir!

Hoy no somos nada; mañana no seremos más que eso…

Gritando a la soledad...


Cuántas veces me he preguntado... ¿Te sientes sola? Aún no encuentro respuesta, la busco sin descanso, algo me detiene, ¡no sé que es!
¡Desesperada! Estoy nuevamente aquí, buscando entre mi mente,
algo que me ayude a esclarecer mis dudas.

¡Busco! Nada, silencio... Es lo único que obtengo, ¿Por qué?
¿Acaso estoy desfalleciendo? ¿Es que mi mente ha quedado sin sentir?
¡Grito! no me escucho, mi voz no existe. ¡Ya no sé si estoy aquí!
mi alma calla, y mi corazón ruega ser escuchado,

¡Grito! ¡Silencio! No me escucho, una vez más lo intento, no hay respuesta. Ya no sé lo que sucede, observo a todas partes, lo único que veo, es la obscuridad del vacío es mi compañera, es mi soledad.

jueves, 20 de agosto de 2009

El porque del ¿Por qué?


¿Por qué suelo preguntar por qué? Quizás es porque tengo curiosidad como toda la gente del saber y ¿por qué? es una de las mejores formas de llegar, pero por otro lado pregunto por otras cosas, es para ver si las personas tienen el conocimiento de porque están diciendo lo que dicen, para ver si tienen fundamentos de lo que dicen, porque muchas veces la gente habla y habla pero no se basa en nada, y simplemente para probarlos les pregunto...¿por qué dices eso? o algo similar a aquello, otras veces les pregunto simplemente para que se auto analicen, pero muchas veces, en realidad no me interesan realmente sus fundamentos ya que es cosa de ellos, y suelo olvidar lo que dijeron, pero se dan cuenta de muchas cosas de ellos mismos y me agrada que lleguen a ello, ya que variadas veces los hace pensar más en sus acciones y sus razonamientos. Por otro lado puede ser que simplemente los quiera molestar un rato y hacerlos enfadar del porque del porque del porque y me divierto haciéndolo, ya que muchas veces su paciencia se agota y se dan cuenta de que no saben tanto como creían y me causa mucha gracia, otra razón es cuando no entiendo, no hay pregunta mejor que ¿por qué llegas a aquello/eso? Aparte de todo lo anterior me fascina preguntar ¿por qué? encuentro que es una pregunta excelente, tan simple y la aprendes de tan pequeño cuando te empiezas a preguntar ¿por qué el pasto es verde y no azul? o cosas por ese estilo y tienes a tus padres artos de que les preguntes todo... y ¿por qué los artas? porque muchas veces no tienen la respuesta correcta o no la sabes porque no se acuerdan, y saben que un día si tuvieron conocimiento para responder tu pregunta ¿y que hacen...? TE REGALAN UN LIBRO! ¿Y cual es? "el libro de los porqués", y si ellos no te lo regalan, ten por seguro que por un lado u otro llegaras a tener uno en tus manos o lo buscaras en "google" y ahí tendrás las respuesta de lo que quieres saber, porque al fin y al cabo todas las personas buscan el conocimiento de una u otra cosa.

Realmente no tengo ni la menor idea a lo que quería llegar escribiendo esto quizás sea simplemente para la aclaración de mi mente o para dejar mi pensamiento actual plasmado en alguna parte, para recordarlo en otro instante futuro, ya que no se si mañana tendré memoria para recordar lo de ahora.

El amor verdadero...


El amor verdadero espera.
El amor verdadero espera sentado paciente
Como si fuera tarea encomendada desde el cielo.
El amor verdadero espera con atención
Pequeños gestos, grandes momentos.
El amor verdadero espera otro verdadero amor.
El amor verdadero espera tu sonrisa
y de trofeo tu corazón.
El amor verdadero espera que el tiempo
Sea compartido entre dos.
El amor verdadero es igual que tú y yo
que a través de la lluvia y de la sequía
sigue intacto pero evolutivo y creciente.
El amor verdadero es llegar a ser yo en ti.





Qué difícil parece ser hoy en día mantener una pareja. ¿Será porque pretendemos exigir a los demás ser como queremos y no somos capaces de aceptar a los otros como son y pelear menos?
¿Por qué la gente se cansa de estar con alguien y cree que va a ser diferente con otra persona? Esto demuestra un exceso de optimismo.
El problema nunca es la persona con la que nos relacionamos sino el modo que tenemos de relacionarnos.
El amor no es un flechazo accidental que nos atraviesa el corazón de lado a lado, sino que es algo que se puede aprender. No se trata de encontrar a la persona ideal sino de una habilidad que hay que adquirir.
Los jóvenes inmaduros experimentan el amor mientras que las personas maduras aprenden a amar, porque la madurez afectiva se caracteriza por la estabilidad emocional.
El amor no es un sentimiento fácil porque requiere previamente un desarrollo personal que permita una disposición desinteresada hacia los demás solamente por amor, con una actitud de humildad, confianza y férrea voluntad.
Dicen que quien es capaz de comprender a otro también lo ama y comprender significa conocer.
La mayoría cree en el amor romántico y la preocupación se centra en la búsqueda de alguien que los ame en lugar de encontrar a alguien para amar, porque el que da amor verdadero, no posesivo, recibe también amor genuino.
Puede ocurrirle a cualquiera el milagro de enamorarse perdidamente, pero ese sentimiento de unidad y de intimidad único es por su misma naturaleza poco duradero, hasta que llegan a conocerse bien y se dan cuenta que no se toleran, se aburren, y se desilusionan.
Nadie puede creer que el amor verdadero sea un arte que haya que aprender, porque algunos se confunden y buscan una pareja como quien busca un departamento o un auto, es decir, que le produzca la sensación de haber hecho un buen negocio y la pareja resulta ser un bien más en un mercado donde todo se compra y se vende.
En tales casos es una empresa destinada al fracaso, más rotundo que en cualquier otra actividad y más difícil de evaluar.
En la vida actual todos estudian y se esfuerzan para conseguir un título o un ascenso en el trabajo pero nadie está dispuesto a aprender a amar. En esta área la mayoría toca de oído.
“No es bueno que el hombre esté solo” dice la Biblia, escrita por sabios de la antigüedad inspirados por revelación divina. Sin embargo hoy en día el hombre prefiere el aislamiento y el culto al cuerpo, renunciando a la posibilidad de compartir su vida con alguien significativo.
Muchos tratan de escapar de su sentimiento de soledad por medio de las drogas o el alcohol pero cuando los efectos desaparecen la sensación de vacío tiende a agudizarse.
El hombre se jacta de su individualismo pero en realidad ha perdido su individualidad y se ha convertido en un autómata.
Las mujeres, en su afán de ser iguales a los hombres han perdido su femineidad y de esta manera también la posibilidad del amor erótico con el sexo opuesto, porque ahora son idénticos.
El amor verdadero y maduro significa unión, pero conservando ambos la propia individualidad. El amor es posible sólo en libertad, la envidia, los celos, la ambición, son pasiones y el amor no es una pasión es una actitud, una capacidad humana, no compulsiva. No es un arrebato súbito sino una disposición permanente que consiste más en dar que en recibir.
Y dar no significa renunciar o privarse de algo, sacrificarse ni empobrecerse, sino que constituye la más una bella expresión de poder que produce felicidad y vitalidad.
Aunque no se trata de darse mutuamente cosas materiales solamente sino de darse también la propia vitalidad, lo que está vivo en cada uno, su alegría, su interés, su comprensión, su conocimiento, su humor, su tristeza y todas las expresiones propias de cada uno.
Algo se produce en el acto de dar amor y es más amor

Mi soledad te busca...



Yo te busco en esta ausencia crucial y mi soledad te llama desesperadamente, yo no te encuentro en ninguna parte más te puedo ver en mi subconsciente. Mi soledad reclama tus febriles deseos, tus armonías, tus frases, tus anhelos, y yo tirada en la cornisa de mi casa veo pasar cada hora, cada minuto sin profiere en ciego diluvio tu amor que un día me elevo al cielo azul. Mi soledad no sabe perderte y ya todo se vuelve frío, solo nos miramos en lo inerte de nuestra fugaz despedida pero no ha sanado bien esta herida.

Mi soledad a veces te llora y muchas veces solo sabe llamarte yo no he dejado de amarte y ya no escucho tu voz sonora, solo el recuerdo que a mi mente viene persiste y muere a través del olvido. ¿Cuándo volverás? Sin ti es fría ésta habitación, en tus manos te llevaste mi corazón y hora dime si regresarás para quererte tanto como hasta hoy, tal vez con mi soledad perdiéndome voy en un mundo sin causa ni destino pero quizás nuestros camino ya estaba escrito así.

Primavera con sus flores, todavía letargo que dentro de mí dejaste. Tú hacías una grande alegría y mi soledad aún no existía. Con tus besos me embriagaste y hoy no sé que decir ya no puedo sin ti existir, ayúdame a que esto pase rápido, yo de ti no me despido solo te digo que mi soledad ya se consumió, la felicidad que me habías dejado antes de haberte marchado. Aún te amo yo en esta despedida y todavía no ha sanado bien mi herida. Mi soledad te explora y mi corazón al no verte llora.

Mi sombra y yo...




Desde la soledad que puede sentirse en eso que a veces la gente llama amor, comencé a conversar con mi sombra. Después de todo es la única que siempre está conmigo. Aunque al igual que a eso del amor puede verse cerca pero a la hora de sentirla es sólo un espacio ocupado por el reflejo de aquel espejo en el que uno sólo se mira. Aún así le hablé. Le conté de lo triste que me hallaba.

Le hablé de lo sóla que estaba y de lo poco correspondida que me sentía. Y allí junto a mi sombra lloré. Recordé los tiempos aquellos cuando lo único importante era sentir que el día era eterno y mis juegos irrompibles. Que nada era lo suficiente cruel para herirme ni tan bueno como para hacerme sentir que sólo a eso me debía.

Ahora cuando me ahogo en la idea de aquel mundo perfecto que me soñé y veo que no es así descubro mi miseria.

Y cuando el sol cayó, huyó mi sombra a mí. Fue entonces cuando comprendí que aquello a lo que la gente llama amor es real. Porque es el amor como tu sombra quien está a tu lado en todo momento y en momentos de tiniebla es capaz de habitar en ti.

Hojas de otroño


Cuando caigan las últimas hojas del otoño, mis ojos se cerrarán y ya no habrá vuelta atrás, cuando caigan las últimas hojas, tomaré tu mano tan deseada y nos sentaremos bajo la noche y su luna iluminará nuestros rostros. Contando historias descontadas, abrazando el tiempo que nos queda, secando nuestras lágrimas, mi cuerpo se abraza al tuyo y por fin somos sólo uno.